Mi día a día consiste en escuchar, asesorar y acompañar a personas en momentos importantes de su vida, como la compra o venta de una vivienda. Me dedico a hacerlo con compromiso, cercanía y una visión realista del mercado actual.

Mi trayectoria profesional se ha forjado sobre el terreno, conociendo de cerca las necesidades de los clientes, los cambios en el sector y las particularidades de cada operación.
Después de casi una década de experiencia como agente, me he especializado en ofrecer un servicio personalizado, transparente y adaptado a cada situación.

Mis valores profesionales se basan en el trato humano y honesto. Creo firmemente que una buena gestión inmobiliaria no es sólo una cuestión de metros cuadrados, también se trata de escuchar, entender y acompañar. Por eso me implico a fondo en cada caso, sea una primera compra, venta o herencia familiar. Me gusta cuidar los detalles y trabajar con seriedad, pero también con calidez y empatía.

Inmobiliaria Franquesa es una evolución natural del negocio familiar. Nació como una reinvención del proyecto que mi padre fundó el 23 de agosto de 1997, una promotora y constructora que, durante más de dos décadas, se convirtió en un referente en Ripoll y Ripollès por su calidad, seriedad y buen nombre.

He tenido la suerte de crecer rodeado de este mundo, y hoy me siento orgulloso de continuar con su esencia, adaptándola a los nuevos tiempos y necesidades actuales del mercado.

Mi objetivo es claro: ofrecer un servicio inmobiliario de calidad, cercano y de confianza
Tanto si estás pensando en vender como comprar, me encontrarás a tu lado para ayudarte a tomar decisiones con información clara y asesoramiento honesto.

En Inmobiliaria Franquesa, cada cliente es único, y cada proyecto, una nueva oportunidad de acompañarte con profesionalidad e ilusión.